EL PODER DEL AMOR: EL PERDON

Es muy difícil dar amor a quien nos hace daño, perdonar a quien habla mal de nosotros, o busca todas las ocasiones que puede para demostrarnos su indiferencia, su odio.

Es entonces cuando hay que pararse a pensar.   ¿Porque esta persona es así?

 ¿Porque me odia e intenta hacerme todo el daño que puede?  ¿ Porque hasta su forma de mirarme me hace daño?.

Ya se que es muy difícil aceptar y comprender lo que voy a decir pero, ante esa actitud hay también que devolver amor.

Esa persona que nos odia puede estar muy herida interiormente, despechada, y por alguna razón proyecta en nosotros lo que siente posiblemente porque nos cree culpables, es entonces cuando nosotros debemos perdonar, desearle lo mejor y ayudarle si es posible.

Entonces esa sombra grande que proyecta el odio hacia nosotros, se irá diluyendo, no llegaría a ser cada vez más grande, al contrario desaparecería.

Si en nosotros no hay sombras, hay luz, hay amor, en definitiva y lo más importante perdonamos,  las veces que sea necesario, notaremos el cambio.

Alguien puede pensar, yo no puedo perdonar todo el daño que me han hecho, pues si se puede y cuando lo hagáis sentiréis el alivio la paz y la tranquilidad que da, sentirse bien por dentro, sentirse en paz.

Cuesta mucho no es fácil pero es posible.

       El amor lo sentimos dentro de nosotros es una energía que no se puede palpar ni medir pero lo llena todo es una conexión con El Ser Supremo el Dador de vida el Espíritu Santo, los metafísicos lo llaman “El tercer ojo”.

Se le puede dar el nombre que se quiera pero si lo sentimos dentro de nosotros y lo sacamos fuera para darlo a quien nos necesita, sucede algo sorprendente, es como vivir en otro mundo, vemos que todo cambia, pero somos nosotros los que cambiamos, cuando somos tiernos, cuando dejamos que la luz brille a través de nosotros, esa luz interior que hace que la persona sea diferente.

Nuestra misión en la vida es    transformar lo árido en fértil lo sucio en limpio, donde no hay árbol que de sombra plantarlo y ya llegará el día en que ese árbol de sombra y frutos y eso ayudará a quien se acerque a el.