Estos son años en los que
aumenta el compromiso de responsabilizarse de la educación de otros. Damos y
recibimos y realmente liberamos algo dentro de nosotros y así podremos
participar en la próxima etapa de crecimiento que consistirá en un abrirse
espiritualmente.
También el cuerpo está
cambiando y hay que aprender a usarlo de forma diferente y adecuada al ritmo
nuevo, se despiertan poderes y nuevas sensaciones tanto físicas como psíquicas.
Es importante distanciarse de
las propias emociones para aprender a desarrollar una perspectiva diferente.
También en la situación de
trabajo llegarán nuevos conocimientos. Este periodo recuerda a la persona la
lección aprendida desde los 21 a los 28 años y sirve todo lo que se ha
aprendido y recogido en la mente.
Pero es tiempo de eliminar, de
separarse de cosas antiguas, hábitos y costumbres, hay como una exigencia para
dejarlo todo, que limpiemos la memoria de los fracasos pasados que la crisis de
los cuarenta podo traer.
Con esta edad se asume más
responsabilidad y trasladar a otros las experiencias y cosas aprendidas y
experimentadas.
El camino de madurar y
envejecer lo tomamos solos y cada persona tendrá que encontrarlo.
El segundo retorno de saturno
y el tercero del Nódulo Lunar nos da indicaciones para encontrar los beneficios
del destino y para no luchar más.
Las personas en proceso de
envejecer deben saber que sus vidas ya no siguen expandiéndose y escalando.
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