domingo, 13 de marzo de 2016

LOS PRINCIPIOS DE LA ASTROLOGÍA

           



Desde el principio de los tiempos, los cielos debieron representar una imagen de lo misterioso y de lo sobrenatural. Para los hombres primitivos, el movimiento aparente del Sol y la Luna se acoplan con los otros cuerpos celestes; hay que interpretar las fuerzas y comprenderlas, en especial cuando ciertos fenómenos parecen estar correlacionados con acontecimientos del mundo.
El temor a lo desconocido y las creencias supersticiosas que se asociaron a esto hicieron que se desarrollara una mitología del cielo.
Las distintas configuraciones celestes que podían observar en el curso del tiempo fueron imaginadas como animales, dioses y diosas, héroes y demonios.
Estas configuraciones del cielo  (constelaciones) pueden idearse y relacionarse con las antiguas creencias populares de tribus y comunidades.
Escrutar el cielo inicialmente para hacer augurios y presagios , aumentó este conocimiento y lo que fue contemplado como inexplicable y misterioso se fue convirtiendo poco a poco en algo aceptado y adaptado con propósitos mas prácticos.





 Todas las civilizaciones, sin embargo aunque fueran remotas o estuvieran aisladas, tenías mitos que eran similares en su naturaleza a los que desempeñaron un importante papel en rituales y otras actividades que dependieron de la observación astronómica. Estas observaciones constituyeron la base de la astronomía, de su contrapartida simbólica, la astrología, que permitió un sistema de reconocimiento del tiempo y de formularlo cronológicamente.
Durante las últimas décadas, las investigaciones sobre restos megalíticos que se extienden desde el norte al sur de América, de Bretaña a las islas de Escocia y en otras  muchas partes del mundo, indican que el hombre prehistórico poseía un conocimiento de las alineaciones celestes y que era capaz de erigir grandes estructuras astronómicas con una precisión notable.
La ciencia de la Arqueo- Astronomía se halla aun en sus inicios, pero a medida que se desarrolla esta ciencia fascinante sus descubrimientos nos confirman que el conocimiento de los hombres primitivos sobre los cielos y el movimiento del Sol y la Luna era muy grande y más complejo de lo que hasta ahora se había imaginado.       





Las antiguas civilizaciones de Babilonia, Egipto, India y China poseían un sistema altamente desarrollado de registro del tiempo  y sus calendarios se basaban en los ciclos del Sol y de la Luna y los planetas que seguían una trayectoria bien definida en el cielo.
El sol en su movimiento diario de este a oeste, diferenciaba los periodos del día y de la noche, mientras que la Luna en su curo mensual, fluctuaba entre nueva y llena.
Todos estos fenómenos fueron observados y, en tiempos de la historia escrita, el año solar se determinó en 365,25 días. Estando basados sus cómputos en la salida de Sirio, que aparece como la estrella más brillante del cielo.

  

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